Metal Gear Solid 5: The Phantom Pain

Los fans de la mejor saga de Hideo Kojima esperaban con muchísimas ganas el lanzamiento de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain. Tras el fiasco que supuso la cuarta entrega con una elevadísima cifra de cinemáticas que lastraban enormemente la experiencia jugable los desarrolladores han vuelto a centrarse en dar forma a una mecánica realmente divertida.

Así pues, las escenas de vídeo se han reducido considerablemente para que la mayor parte del tiempo transcurra jugando y, en definitiva, disfrutando con todas las fases que mezclan dosis tanto de acción como de sigilo. Éste último aspecto es de vital importancia en Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, puesto que si actúas sin ser precavido y comedido en todos los movimientos realizados es más que probable que acabes fracasando en la misión. Por el contrario, en caso de avanzar sigilosamente los enemigos serán incapaces de detectarte y podrás moverte libremente por los escenarios.

El juego luce espectacularmente gracias al Fox Engine, motor con el que se ha aumentado el nivel de realismo respecto a la entrega anterior para que verdaderamente te metas en el papel del protagonista y creas estar viviendo una trama que te absorberá desde el minuto uno.